Afortunadamente, Juana escuchó que Leo estaba cerca del cuarto de servicio y abandonó la idea de asfixiar a Alma con una almohada. Al día siguiente, la mucama encontró el cinto de la bata en su cuarto y sospechó que su enemiga estuvo allí mientras ella dormía.
Continúa...
Ante la firmeza de Leo, Juana no tuvo más alternativa que aceptar su mudanza. Al hacerlo, no perdió oportunidad para humillar a Alma y ambas terminaron discutiendo. Juana intentó atacarla y terminó resbalando, se golpeó la cabeza y perdió el sentido. Isabel fue testigo de la discusión y, junto con Alma, decidieron llamar a un médico sin saber que con esto, puede salir a la luz la verdad acerca del falso embarazo.
Leo se lamentó por no poder ir al cementerio ya que era el aniversario de bodas de sus padres porque así los hace todos los años. Pero la tumba de Roque estaba vigilada por Laureano desde que apareció el facón de Roque. Los hermanos se las ingeniaron para distraer la vigilancia –que ese día cumplía Omar– y visitaron la tumba de Roque. Estupefactos, descubrieron una rosa roja sobre la tumba de su padre.
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Ante la firmeza de Leo, Juana no tuvo más alternativa que aceptar su mudanza. Al hacerlo, no perdió oportunidad para humillar a Alma y ambas terminaron discutiendo. Juana intentó atacarla y terminó resbalando, se golpeó la cabeza y perdió el sentido. Isabel fue testigo de la discusión y, junto con Alma, decidieron llamar a un médico sin saber que con esto, puede salir a la luz la verdad acerca del falso embarazo.
Leo se lamentó por no poder ir al cementerio ya que era el aniversario de bodas de sus padres porque así los hace todos los años. Pero la tumba de Roque estaba vigilada por Laureano desde que apareció el facón de Roque. Los hermanos se las ingeniaron para distraer la vigilancia –que ese día cumplía Omar– y visitaron la tumba de Roque. Estupefactos, descubrieron una rosa roja sobre la tumba de su padre.
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